Contraneurosis

La neurosis es un trastorno psíquico sin una alteración orgánica demostrable, el las cuales el juicio de la realidad se halla conservado y hay lucidez. Las personas neuróticas son conscientes de su enfermedad, ya que reconocen sus síntomas, de los que la angustia es el más importante. Con la pluma y sin la espada, una modesta propuesta Contraneurosis.

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Nombre: Lucía Foos
Ubicación: Buenos Aires, Argentina

Joven argentina de 24 años. Estudiante en la Universidad del Cine. Blogger por adicción, guionista en estado embrionario, productora de radio online y mujer imperfecta.

jueves, noviembre 23, 2006

Corromperse

Cuánto que duele quererse al pedo.

Quién diría que eso podía pasar. Un lugar que antes era privado se hace público. Una idea que fue mutando lentamente, y que hace preguntarse si esto es crecer, o si será que simplemente nos corrompemos.

Creer en cosas que antes creíamos equivocadas. Tomar como certezas fuertes dudas que aborrecíamos mirar. ¿Cómo no mirar para atrás y compararse? Sinceramente me hace creer que lo que creíamos era corromperse ahora resulta que era crecer. No hay nadie ni nada que lo determine. Para nosotros será crecer, para otros corromperse. Nos separamos inevitablemente de aquellos que nos vean como arrastrados hacia lo peor de la gente, porque nos sentiremos incomprendidos entre msns rotos y fotos bloqueadas.

Serrat decía que su Tío Alberto aún creía en el amor. Cuando escuché eso por primera vez me pregunté cómo alguien podría no creer en el amor, si es hasta un hecho objetivo, empírico, observable, que la gente se quiere. Parte de mi corrupción es, yo creo, entender finalmente cómo se puede no creer en el amor.

Hay días que son de plomo.

Hay veces que hay eclipses en la vida.

Qué feo que es vernos y no hablarnos.


Al menos no estoy llorando.

miércoles, noviembre 15, 2006

Duelen los ojos

Ayyyy...

La luz catódica los lastima después de desesperar muchas horas.

El papel demasiado blanco de las fotocopias imprime los negativos que los resaltadores alivian.

A veces me parece que no los trato del todo bien.



Mejor me voy, así les hago un favor.

miércoles, noviembre 08, 2006

¿Por qué no llueve ensalada de frutas?...

Hoy quería hacer un buen post. En realidad hubiera querido que ese post que hoy no voy a poder hacer fuera el de ayer, pero tampoco pude, aunque por otras razones.

Coherentemente con mi cabeza, quería hacer un buen post acerca de la Revolución Rusa. Pero hoy eso ya, en mi cabeza, no se puede. Ayer se sucedieron sucesos de lo más bizarros. Mi vida parecía un corto. Recibí un par de llamadas inverosímiles, un mail agobiante, y todo en el marco de las inagotables fotocopias que ocultaban, entre su laberinto de fonemas, las respuestas a las preguntas del parcial de Historia Contemporánea de hoy.

Un llamado de uno de mis trabajos, que me hizo sentir desvalorizada injustamente.
Un mail de una amiga muy fuerte, que me dieron ganas de curzar el Atlántico para abrazarla y decirle que le quiero mucho.
Un llamado desde Barcelona, completamente onírico, en el que nada tenía sentido.

¿Hasta cuándo seguiré con estos espasmos irrefrenables que me empujan de vuelta hacia ese viaje que ya terminó hace tantos kilómetros? ¿Cuánto más van a durar todas las emociones que me pintaron en el cuerpo todas esas personas y esas veredas?... Siento que vuelvo una y otra vez a sentarme en el piso, en el deptito de Montmartre, a ver cómo llueve en París. O que me despierto en Madrid y desayuno con mi tía, leyendo EL PAIS y lamentándonos por la guerra de Medio Oriente. O sino, también, mucho más frecuentemente, vuelvo a ella, mi amor europeo, mi Buenos Aires catalana, y recorro todas sus calles y me zambullo en sus amaneceres y le hago el amor de noche al mar.


Definitivamente a veces las circunstancias en la vida, no ayudan. A veces sólo empeoran las cosas. Si vos no fueras vos, y no estuvieras por venir; si vos no fueras vos y no te hubiera conocido. Si a vos no te amara, si a vos no te deseara, si vos no me volvieras completamente loca (todo esto son circunstancias), quizá la vida fuera más fácil, menos divertida, qué sé yo... más organizada. Pero bueno.

Vivir sólo cuesta vida.

¿Amar cuánto cuesta?... ¿Un millón de australes?