Contraneurosis

La neurosis es un trastorno psíquico sin una alteración orgánica demostrable, el las cuales el juicio de la realidad se halla conservado y hay lucidez. Las personas neuróticas son conscientes de su enfermedad, ya que reconocen sus síntomas, de los que la angustia es el más importante. Con la pluma y sin la espada, una modesta propuesta Contraneurosis.

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Nombre: Lucía Foos
Ubicación: Buenos Aires, Argentina

Joven argentina de 24 años. Estudiante en la Universidad del Cine. Blogger por adicción, guionista en estado embrionario, productora de radio online y mujer imperfecta.

miércoles, julio 11, 2007

Nuevo comienzo

En un cajón perdido de futuro, una página web dejaba un mensaje a sus lectores...

Estuve en un parate. Pero a diferencia de las otras veces, ésta fue por decisión.

Como Loo dijo muchas veces, yo nací por una necesidad. Ella necesitaba un espacio, por más cybernético que fuera, donde luchar contra la neurosis. Y serví. Cumplí mi cometido. Durante años le acompañó en esa lucha, "con la pluma y sin la espada". Y le hice feliz.

Pero ha cambiado. Hoy, la neurosis no le acosa. No tanto como antes, al menos. Hoy (hoy en particular), está rara. Está de plomo. Pero yo estoy bien. Loo está distinta. La verdad es que ya no necesita luchar contra la neurosis. Ha cambiado mucho, su vida ha cambiado mucho, desde que nací. Y mi sentido, de a poquito, se ha perdido.

Pero, guarda!... Yo sé que Loo necesita seguir escribiendo. Creo que más que nunca necesita seguir escribiendo. Pero ya no aquí. No en mí. Ella ya está vieja. Creo que debe descansar. No me cerraré porque, vamos, no me lo merezco. Y quizá algún día me vuelva a necesitar. Pero se muda. Para variar en este año, se muda...

De modo que así es. Contraneurosis ha sido, digamos, suspendida hasta nuevo aviso. Que creo que será largo tiempo. Pero, de nuevo... Loo necesita seguir escribiendo.

Los invito, entonces, a tomarse un cognac por su nueva parada, mi joven hermanito: Plomo, plumas y nieve. Nació hace tiempo adentro mío, pero recién hoy en la web. Será distinto. No sé muy bien cuáles serán nuestras diferencias, pero creo que las habrá. Será cosa de ustedes verlas... si las notan, avísenme ^_^ Y si quieren, siempre serán bienvenidos a volver a pasearse por mis entradas. Creo que siempre fui un blog hospitalario, y no pretendo dejar de serlo, aunque mi hermanito me quite protagonismo.

Su primera entrada es espontánea y poco literaria. Se aprovechó de Loo, en un momento de debilidad, y le obligó a crearlo. Eso nos diferencia. Además, es masculino, como un bar, una posada. Yo, en cambio, siempre fui muy femenina...

Quiero agradecerle a absolutamente todos los que han pasado por aquí alguna vez. Sus comentarios me nutrieron, le obligaban a la autora a seguir escribiendo. Y no he recibido sino elogios. Todos siempre han sido muy gentiles conmigo. Por eso y por todo, tantas gracias...



Creo que es suficiente.

Loo los espera a todos en http://plomoplumasynieve.blogspot.com. Espero que, aunque sea por amistad para conmigo, se den una vuelta.

Allí nos vemos. De alguna forma, yo siempre estaré con ella.


Hasta la próxima,



Contraneurosis.

miércoles, abril 18, 2007

Escribir

No debe ser una imposición, un mandato desde el sentimiento de responsabilidad. Debe ser una búsqueda, un proceso. Una alegría.

Me cuesta a veces. Las horas juegan en contra. Los días deberían de tenerlas a rolete. 56, 125 horas por día no vendrían nada mal. No vivir 200 años. Vivir lo de siempre, pero que cada día sea laaaargo, largo. Taría, ¿no?

Quizá ya no tenga tanto para escribir con teclados. Quizá esté escribiendo con las horas, con los pasos; lo que hago escribe en una historia nunca escrita, que no es sólo la mía. Quiero creer que cuando charlo con cafés, estoy escribiendo; cuando pongo pasión en algo, estoy escribiendo. Pero sé que no es así.

Escribir es una actividad, es algo que lleva tiempo, pasión, concentración. La única que creía no haber perdido es la segunda. Ahora pienso que, si lo intento, también puedo, con voluntad, sostener la tercera. Pero irremediable, irrevocablemente, en tanto hoy soy feliz, lo que no tengo es tiempo para escribir. No porque no quiera. No porque no siga apasionada por las palabras. Simplemente, porque he encontrado nuevas pasiones, de ejercicio con otros, que no son lectores sino protagonistas de una acción colectiva, compartida. Una historia tejida de a muchos, que podrá verse, desde el prisma de la historia, como una historia. Espero, colectivamente, que no sea sólo "una historia". Y eso, claro, lleva horas.


Sólo quisiera saber administrarlas mejor.

miércoles, febrero 07, 2007

Pequeño homenaje a mis contemporáneos y desconocidos

Cuando en un primer momento elegí (¿hay algo que no sea elección o azar en la vida?) parir a Contraneurosis, estaba algo escéptica. Más allá de que inicialmente se suponía una revista o un contraataque de contrapánico, Contraneurosis nació sin saber qué quería ser pero sí sabiendo qué no quería ser.

Con el paso del tiempo creo que ha ido creciendo. Más allá de acumular (creo que) 36 entradas -lo cual considero poco dado su longeva presencia-, seguir encontrándome en los posts significa que en efecto ha crecido. Hace poco un amigo me firmó un post muy viejo que me hizo repasar los cuadernos de meses antiguos. Releí todo Contraneurosis, y encontré muchas cosas. Comentarios nuevos, que vaya a saber uno desde cuándo están ahí (el hecho de que no la haya configurado para que aparezca la fecha de emisión de los comentarios les da la mística de una carta entregada en mano, sin sello). También me encontré a mí misma, desesperada por escribir, por ser leída. Con el paso del tiempo, y mi entrada a la revista donde trabajo, nuevos lectores derivaron del blog de Lazer, y alimentaron mi entusiasmo por seguir escribiendo (ya lo dijo Maitena: escribir sin que nadie te lea es un bajón).

Pero Contraneurosis nació, como dije, sin saber qué quería ser, aunque sabiendo qué no quería ser. No quería ser, como después se llamaría una entrada, un "diario expuesto". No quería que fuera mi depósisto de lágrimas en HTML, ni una ventana que yo misma, indiscreta, abriría a mi corazón y mi entrepierna. Quería algo literario. Escribir, simplemente. Sólo escribir: intentar, ¿tanto cuesta?, hacer alguito de literatura del Siglo XXI.

Creo que a grandes rasgos puedo decir que lo logramos (el plural es porque no soy una sola; Contraneurosis, se sabe a esta altura, tiene existencia y creatividad por ella sola). Algo bueno ha salido de todo esto; esta compilación de palabras puedo decir que, mínimamente, me satisface. Y la verdad, siendo mi exigencia un tema de terapia, que yo diga esto es mucho decir. Le voy a contar a mi psicóloga, se va a poner contenta.

Contraneurosis no quería ser un diario expuesto porque yo pequé de prejuiciosa. Creía que la mayoría de los blogs que pululaban por la web eran de niños acomplejados que necesitaban expresar su frustación de clase media a través de palabras difíciles, pensando que escribían. Supongo que era mi propio miedo a reconocerme en ellos (no quería querer ser diferente porque no quería ser igual a todos quienes quieren ser diferentes). Pero, gracias a Google, me equivoqué.

De distintas formas fui llegando a los que ahora son mis cinco blogs favoritos. Digamos, tengo un top five. La verdad es que no prefiero a ninguno, y es la verdad más áurea que puedo tener. Todos me gustan, y mucho. Y es en ellos en quienes encuentro a mis contemporáneos, mis desconocidos, pues los cinco me desnudan con las palabras, cuatro de ellos sin haberme visto ni una vez.

Hagámoslo antojoso.

En primer lugar, tenemos a una niña. La única del grupo. Cas escribe con azúcar de seda en los dedos y anteojos de hielo fino. Llegué a ella a través de otro blog, de un chico, el primer desconocido que me firmó Contraneurosis (nunca supe cómo él llegó hasta mí). La luz que Cas metió en mi PC desde que abrí por primera vez Luciérnaga furiosa (http://luzfuriosa.blogspot.com) no me ha dejado de fascinar desde entonces.

Por otro lado, tenemos una grieta en Buenos Aires. Un nuevo amigo se presentó en el 2007 (único de estos cinco a quien conozco personalmente) junto con muchos otros. Todos se supieron hacer un lugar en mis días y mis palabras, pero Ton, además, escribe, y escribe muy bien. Su blog (http://crevansedanslaville.blogspot.com/) es tan nuevito y sin embargo promete tanto. Imagino que debe haber tantos blogs que mueren en el camino por la neurosis de la no escritura. Espero que no sea este otro caso, y que la Crevasse dans la Ville (la grieta en la ciudad) que Ton ha abierto se profundice hasta volverse volcánica.

En tercer lugar, hay una calesita dando vueltas. Colectivo Carrousel (http://colectivocarrousel.blogspot.com/) es un proyecto grupal de aquellos blogs literarios que se suban a la búsqueda de la esquiva sortija. Postea gente de todo el mundo, en castellano, y la verdad que lo siento como un compilado de oportunidades para leer a muchos más desconocidos. Es una pena que no actualicen desde Diciembre pasado.

¿Y cómo llegué al Carrousel?... A través de Sal Paradise. Sal, hoy en día, vive en Dublin, Irlanda, pero está de paso, como creo que está en todos lados hace un tiempo ya. ¿Que si Sal escribe bien?... Joder, yo a eso ya ni le llamaría escribir. Partamos de la base de que el tipo (porteño, vale aclarar) es un poeta, y también fotógrafo. Beat it - The Montjoy Journals (http://beatjournals.blogspot.com/) me atravesó el corazón con alfileres. Además, Sal es un viajero. Me leo en sus travesías y sueño con recuerdos. No sé cómo fue que él llegó a Contraneurosis. Tampoco sé si lo frecuenta demasiado. Pero me enamoró con sus palabras, y me hizo querer ser, con más intesidad, la mujer que quiero ser.

Por último, un blog joven, muy reciente, pero, al igual que la grieta, espero que supere el impulso inicial y sepa mantenerse. Al es, creo, otro porteño perdido en las ganas de escribir. Me da risa cuánto creo parecerme a él: cada vez que nos comentamos veo a las coincidencias detallistas acumularse lentamente. Al llegó a Contraneurosis hace tiempo ya, respondiéndome un comentario. No recuerdo cómo llegué a su primer blog, pero sí recuerdo que era un diario de viaje. Sí: Al también viajó. Viajó como yo, porque, a diferencia de Sal, su viaje también terminó. Con el viaje, su antiguo blog también expiró, y desde entonces no había vuelto a escribir. Cuál no fue mi sorpresa al encontrar hoy, chusmeando por su perfil, un blog nuevo!... Asociación Libre (http://asociacionlibre.blogspot.com/) hoy por hoy sólo tiene una entrada, pero apuesto por él. Mi ilusión en que siga creciendo con los días y los meses.


Estos son mis amores cibernéticos. Los que me acompañan, que visito; que quiero constantemente que actualicen. Son amigos invisibles, desconocidos contempoáneos: son compañía para una porteña que jamás se sintió sola. Y son, también, invitadores a escribir: las ganas que me produce que actualicen me hacen pensar que quizá alguno de ellos, o alguien más, también espera que yo lo haga. Y eso me lleva, milagro!... a volver a escribir.


Por todo esto, gracias.

A su manera, hacen que Contraneurosis siga latiendo.

martes, enero 30, 2007

Fumar

Yo sé que hace muy mal fumar. Que seguramente me cague la voz, que tanto la quiero (aunque mi maestra fumó toda su vida y cante como ella sola, no tengo por qué refugiarme en su privilegio). También sé que da cáncer, y todo eso.

Por otra parte, nadie aprueba que fume. Mis amigos, los primeros de la lista. Sobre todo los más queridos. Mi vieja, la siguiente.

Y es que empecé a fumar hace poco. Europa le hace esas cosas a la gente. Le camina por los ojos, le besa los pies, le enamora todo el puto cuerpo y le hace llorar por Internet, a veces. Y también le hace empezar a fumar.

Toda mi vida odié el pucho. Mis viejos me fumaron la infancia y la adolescencia. Mi vieja me fuma el presente. Tuve un novio al que no besaba cuando tenía sabor a tabaco , y con quien me reencontré hace poco. Más que cualquier otra novedad que le conté, verme prender un pucho fue lo que verdaderamente lo dejó atónito.

Pero es así, Europa te hace esas cosas. Te hace muchas cosas. A mí me hizo empezar a fumar, de romántica, nomás. Debería haber empezado cuando estaba sola en París, en mi departamentito de Montmartre, mirando cómo la tormenta arrasaba la ciudad que tanto conocía a través de los libros y que me entró por cada respiro durante cinco días. Pero no. Empecé a fumar yendo a Barcelona.

¡Y claro!... ¿Cómo no iba a ser yendo a Barcelona?... Esa loca de mierda me sacudió el alma. Se merece el mérito.

Lo cierto es que fumo mucho más de lo que me gustaría. Pero hay una verdad más profunda. Disfruto fumar. Creo que ahora comprendo a todos a quienes tanto putié en mi vida pasada (digamos, mi vida antes de Europa). Pero es que, hoy por hoy, si no dejo de fumar, es porque realmente lo disfruto.

Hay puchos fundamentales. El más clásico, el de después de comer. O cuando salís de un lugar en el que no podías fumar, celebrás tu libertad con un encendedor encendido cerca de los labios. El cigarrillo después de hacer el amor es un gran momento, de mucha tranquilidad, mucha ternura, y mucha sensualidad. ¿Cómo dejar de fumar y perder ese placer?...

Los cigarrillos son, también, una medida de tiempo. Irse dentro de un pucho se ha vuelto una excusa fantástica para quedarse un rato más en donde se desea estar, aunque se tenga que irse.

Creo que eso es lo que me ha enseñado el tabaco.
A descansar en la felicidad de los momentos.

lunes, enero 15, 2007

Uruguay

Valizas es como un oasis anti-foucaultiano, en el que no existe la ley y la población consta principalmente de artesanos. En las noches, al haber tan poca luz eléctrica, ellos ponen al rededor de sus mantas con manualidades dos o tres botellas de plástico con una vela prendida adentro, clavada en arena. De esta forma, de noche Valizas se decora con farolitos desde el suelo, y la Vía Láctea desde el cielo.

En luna nueva, cuentan los moradores de las dunas uruguayas, los duendes verdes que pueblan aquél humo dulce empujan a quien esté dispuesto hacia el vacío de las estrellas.

Irse de Valizas es un intermedio entre irse de un Parque Nacional patagónico e irse de París. Es aliviarse ante la perspectiva de una ducha seria y algo de intimidad, y nostalgiarse por la momentánea pérdida de aquella libertad absoluta que sólo puede nacer del matrimonio entre una mochila y una ruta.

Llegar a Piriápolis, en cambio, es volver a casa, es el eterno retorno. No es hacer turismo.

De noche, si una se sumerge en la humareda dulce con su prima, se puede ver cómo el mar ha crecido tanto tanto que las olas rompen contra la rambla, como si Piriápolis fuera La Pedrera, como si fuera una ciudad pesquera y no balneario. Olas inmensas que se comieron la playa, rompiendo por debajo de la rambla, salpicando los autos estacionados en frente del Argentino Hotel, será un recuerdo invaluable de este viaje de distintas lunas.

En Pedrera, mucho antes, la luna estaba llena, y se desparramaba por el mar en las distintas frecuencias del agua. Anoche, la última, en Piriápolis, luego de una charla larga, tendida y debida entre mujeres primas, la creciente sonrisa selenita, fina como una uña, me despedía del Uruguay, sabiendo de mi eterno retorno hacia el Oriente.

miércoles, enero 03, 2007

Adrenalina y tabaco

Mierda!...

Anoche en el delirio insomne escribí poesía en mis deseos y la olvidé para siempre.

Supongo que tendré que volver a ensoñar con eso para intentar recordarlo.


¿Qué se hace con guita regalada?...
Qué terrible...

Opciones opciones opciones opciones...
La vida es fucking elegir, ¿no?.. El hombre está condenado a ser libre, ¿no?..

Puto Sartre!... Por qué siempre tenés razón!?!?...


Me voy a llorar al chalet de papá. Pero antes... ¡un pucho!..

Estoy en un cyber rural, hecho de madera. Los mosquitos se divierten con mis tobillos y hay una oveja fumando marihuana en la máquina de al lado, jugando al counter.

lunes, diciembre 18, 2006

Anoche contigo

Un pequeño homenaje a un grande, que como una sudestada arrasó Buenos Aires dos noches seguidas, cereza del postre de una gira internacional en la que pisó varias ciudades argentinas...

No nos dejes nunca sin tu poesía, Joaquín!...

Nos has enseñado que amar no tiene nada que ver con los cuentos de hadas, que a veces ser fiel a sí mismo es mentir a los demás, y que se puede, sí se puede!, salir de la droga.

A veces lo único que queda por decir es... ¡gracias!



Cuando le dije que la pasión
por definición no puede durar,
¿cómo iba yo a saber
que ella se iba a echar a llorar?

No seas absurdo me regañó,
esa expliacación nadie te la pidió,
asi que guardatela,
me pone enferma tanta sinceridad.

Y así fue como aprendí
que en historias de dos
conviene a veces mentir,
que ciertos engaños son
narcóticos contra el mal de amor.

Yo le quería decir que el azar se parece al deseo,
que un beso es sólo un asalto y la cama es un ring de boxeo,
que las caricias que mojan la piel y la sangre amotinan,
se marchitan cuando las toca la sucia rutina.

Yo le quería decir la verdad
por amarga que fuera,
contarle que el Universo era más
ancho que sus caderas.
Le dibujaba un mundo real
no uno color de rosa,
pero ella prefería escuchar
mentiras piadosas.

Y cuando por la quinta cerveza
le hablé de esa chica que me hizo
perder la cabeza, estalló:
"¿vas a callarte de una vez por favor?".

Y así fue cómo aprendí
que en historias de dos
conviene a veces mentir,
que ciertos engaños son
narcóticos contra el mal de amor.

Yo le quería decir la verdad
por amarga que fuera,
contarle que el Universo era más
ancho que sus caderas.
Le dibujaba un mundo real
no uno color de rosa,
pero ella prefería escuchar
mentiras piadosas.