Cuando el último post fue en agosto
No escribo para que me lean ustedes, amigos.
No escribo para hacerme más feliz, o porque no puedo evitarlo. No escribo para mí.
Escribo para otros.
Para quienes imagino.
Para los lectores que se encuentran a la deriva, sin timonel.
Para los casuales.
Los que no tienen nada mejor que hacer.
Los que no dejan comentarios.
Escribo para los que admiran silenciosamente mis letras y alimentan mi satisfacción.
Viven en mis mund0s de anhelos, y son anónimos, potenciales.
Escribo para la posibilidad de tener lectores. Para las probabilidades.
Sólo ellos, mis imaginarios, me obligan a escribir. Escribir sólo para mis queridos, que leen esto no porque consideren que lo anterior fue tan bueno que valía la pena volver, sino porque me conocen (y hasta algunos me quieren) sería desesperante. Busco a mis lectores que me leen por elección, y ellos son mi fundamento. Vuelven, ansían mis novedades, y por eso, me obligan, desde mi cabeza, a escribir.
Esta búsqueda desesperada no ha dado grandes frutos. Por eso la frugalidad de posts en el último mes. Mis lectores insisten en mantenerse anónimos o, peor aún. Quizá ni los tenga.
Por eso vuelvo a escribir, para alimentarlos. Sino, quizá no vuelvan a pasearse por acá nunca más.
No escribo para hacerme más feliz, o porque no puedo evitarlo. No escribo para mí.
Escribo para otros.
Para quienes imagino.
Para los lectores que se encuentran a la deriva, sin timonel.
Para los casuales.
Los que no tienen nada mejor que hacer.
Los que no dejan comentarios.
Escribo para los que admiran silenciosamente mis letras y alimentan mi satisfacción.
Viven en mis mund0s de anhelos, y son anónimos, potenciales.
Escribo para la posibilidad de tener lectores. Para las probabilidades.
Sólo ellos, mis imaginarios, me obligan a escribir. Escribir sólo para mis queridos, que leen esto no porque consideren que lo anterior fue tan bueno que valía la pena volver, sino porque me conocen (y hasta algunos me quieren) sería desesperante. Busco a mis lectores que me leen por elección, y ellos son mi fundamento. Vuelven, ansían mis novedades, y por eso, me obligan, desde mi cabeza, a escribir.
Esta búsqueda desesperada no ha dado grandes frutos. Por eso la frugalidad de posts en el último mes. Mis lectores insisten en mantenerse anónimos o, peor aún. Quizá ni los tenga.
Por eso vuelvo a escribir, para alimentarlos. Sino, quizá no vuelvan a pasearse por acá nunca más.
posted by Lucía Foos | 8:31 p. m.
5 Comments:
...genial...
Estos son mis lectores anónimos...
Deprimente :)
Se ve que tenes muchos lectores angloparlantes, tendrías que postear algo in inglish...
:-Þ
Jaja, fantástico el spam, como para alegrarlo a uno. De todas maneras, dejo un comentario como para balancear la cosa :) yo nunca comento, sin embargo me encuentro un día cómo hoy viernes 3 am (genial!), cuando me debo ir a dormir pero realmente no quiero, dando vueltas por los diversos blogs y fotologs y requetelogs de la gente. Es como una especie de ventana voyeurista que alivia un poco la sensación de soledad que ronda a veces. No sé si seré el único, por algo somos anónimos.
Por un momento imaginé:
Sombras q pasean por un cementerio, nichos en miniatura, de mármol gris, escritos con palabras que aparecen y desaparecen, se deforman, se reescriben.
Las sombras bailan sin un cuerpo que las acompañen por sobre las tumbas; y se detienen, por momentos, en una u otra frase. Se alimentan. A veces crecen, otras empequeñecen, pero siempre siguen su camino.
No, imposible contarlas. Rara vez dejan huella en la hierba roja... para qué?
Mejor así, sólo sombras. A veces es mejor no saber quienes son, qué quieren, qué esperan, si se divierten, si lloran, si rabian o se desesperan.
Dejalas vagar, etéreas por el descampado, que cuanto más luz se quiere echar al asunto, mucho menos podrás verlas.
Hola!!! aki paso para ver tu blog... veo que escribes muy bien! sigue asi! me gustado lo ultimo que has posteado... sobre para quien escribes...
Tytania!
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